miércoles


No entiendo por qué me sigo haciendo esto a mi misma. Por qué demonios mis pies, tan prestos a correr siempre, de repente están expectantes de lo que pueda ocurrir. Corre. Mi mente lo piensa pero mis piernas no responden. Quizás se han dado cuenta de que cada vez que me alejo inevitablemente acabo pensando en ti. Quisiera decirles que no sean tontas, que seguramente ya no pintamos nada, y que mejor nos vayamos con la melancolía a otra parte. Quisiera decirles que ya es tarde, que no todo sale como queremos y que a veces los silencios se acumulan en el alma. Pero parece que ahora mi maldita garganta también se ha rebelado, y ese estúpido nudo ocupa no me deja articular con claridad... Últimamente ni mi propio cuerpo me toma en serio. No me queda otra opción que esperar y confiar, aunque sea por una vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario