lunes

Antinatural. Solo digo que aquí hay algo que está mal, algo que no encaja, que falla. Como la lluvia en junio o un fuego que no quema. Antinatural como que aun busque sentir unas manos en mi espalda que sé de sobra que no van a estar, o que no te importen cada una de mis sonrisas. Antinatural como que las flores broten en la piedra, que los pájaros improvisen nidos con aros de metal o como tratar de parar un rayo con una cuchara de madera. Es esa sensación en la boca del estómago la que hace que cada día me pregunte por qué maldito azar del destino estoy aun aquí. Por qué no he salido corriendo cuando me sobran motivos, qué me mantiene anclada a este suelo de cristal. Sueños dentro de bolsitas de té que van a la deriva de tus emociones y de frente contra los muros de mi inconsciencia. Te propongo un trato. Prometo dejarte marchar si tu prometes echarme de menos...Todavía no sé a quien pretendo engañar.
-Solo podemos ser quienes somos, ni más ni menos. Soy alguien corriente y la gente corriente sienten miedo todo el tiempo. ¿No lo sabías? Tenemos miedo del tiempo, de los hombres poderosos, de la noche y de los monstruos que acechan en la oscuridad, tenemos miedo de envejecer y de morir. A veces, incluso tenemos miedo de vivir. La gente corriente siente temor casi cada momento de su vida.
- ¿Y como podéis soportarlo?
- ¿Acaso tenemos alternativa? El miedo forma parte de la vida y ésta es la única vida que tenemos. Te acostumbrarás; una vez que te vistes con él una mañana, ya no lo notas más. A veces reírse ayuda..., al menos un poco.
-¿Reírse?
- Demuestra al temor que tú sabes que está ahí, pero que, de todas maneras, seguirás adelante y harás o que tengas que hacer.