martes

Cierra los ojos.Vacía la mente.Ven.Búscame en el silencio de tus pensamientos, a la izquierda de tus sentimientos, siempre en el lado contrario de lo que debes hacer.Bailame la noche entera, que el ritmo de la música te invada y silencie los rugidos de voces lejanas que no tienen credibilidad cuando tus manos me tocan. Un paso más,otro,otro,otro,otro.Míranos, con que facilidad ya estamos más cerca del paraíso. Dime cuántas veces estuvimos allí y cuántas veces la maldita manzana nos hizo salir. No, soy injusta. La realidad es que una triste manzana no tiene nada que ver con nuestras propias tentaciones, esas que son tan difíciles de controlar cuando estas cerca de mi, y que nos niegan un lugar en el Edén.Pero bueno, de que nos sirve un paraíso si no lo podemos compartir, ¿verdad?

viernes

Las palabras se me escapan como agua entre los límites de mi imprudencia y tu consciencia. Dime como quieres que sea y te diré por qué es una buena idea dejarse llevar por la corriente, aunque las rocas sigan igual de afiladas que siempre. Te encuentro en cada canción y te pierdo en cada recuerdo de esos que me atenazan el corazón. Sonrío, mientras recuerdo tus intentos fallidos de introducirme en un mundo que nunca fue para mi y en las ilusiones que se consumieron con la rapidez de mis dudas recubiertas de queroseno. Pero no duele, ya no. He aprendido que los sueños, por mucho que nos empeñemos en lo contrario, no son vinculantes con la realidad y que la Luna no está hecha de queso. Claro que tu eso ya lo sabías.