viernes


Viejas palabras que resumen nuevos conflictos. Porque me he dado cuenta de que caminamos en círculos, condenados a revivir viejos errores escondidos tras nuevas caras, viejos temores que se ocultan en nuevas situaciones. Pues yo, me salgo del círculo. Cuidado con las palabras, porque son como el viento que llega muy lejos y, cuando cobra fuerza, destrozan todo lo que encuentra a su paso.

Cada noche inventaba una nueva historia. Cada noche imaginaba que eras mi príncipe y me venías a buscar.Yo me hacía la dura, te decía que no te necesitaba y me daba la vuelta.Cada noche tu me perseguías, me agarrabas del brazo y me obligabas a mirarte.Cada noche me decías que me querías,que estabas harto de vivir sin mi.Con unos besos que no sentías, con unos brazos que por mucho que te abrazaran no eran los que necesitabas.Cada noche me besabas y yo me apartaba.Cada noche me volvías a besar y lo hacías hasta que te respondía.Cada noche me mirabas a los ojos y en ellos veía que de verdad me querías, pero hasta en mis fantasías tengo miedo de quererte, miedo de necesitarte,de no saber que hacer si te alejas.Cada noche luchabas por mi, y yo quería que lucharas por mi.Cada noche conseguías que me rindiera ante ti, que olvidara todo y solo quisiera estar contigo.Pero el sueño siempre me vencía y cuando me quería dar cuenta ya era de día y mi fantasía no parece tan real. Y es que en la realidad no me vienes a buscar,ni me obligas a mirarte.En la realidad no luchaste por mi.
Recuérdame en las cosas que nunca te dije, en los momentos que nunca vivimos. En las noches capitalinas frente a un puerto en el que los barcos hace tiempo dejaron de pasar. Harta de repetir que las casualidades te encuentran aunque te escondas tras las cortinas. Silencios que hablan más que las palabras cuando hay poco que decir. Tantas cosas que contar y mi maldita mente sigue en blanco. Bueno, nadie dijo que esto fuera fácil. Sonreir y seguir adelante es lo que resta, ser valiente aunque los nudos de garganta te obliguen a aclarar la voz. Todo saldrá bien, lo prometo. Solo tienes que respirar hondo, cerrar los ojos y empezar a bailar mientras el sol aun brille.