sábado

Y mírame bien,que aquí estoy otra vez. Colgando de un hilo, como la última vez que hablamos. Quiero pensar que es algo pasajero, pero los mismos errores de siempre hacen que me replantee todas mis creencias.¿Sabes? No me quiero quedar, pero me aterra la idea de no estar.¿Sabes? Hace tiempo que no lloro, tengo miedo de empezar y no poder parar. Nada cambiará, la mentira más cruel jamás contada. Porque todo cambia, nos aferramos a lo estático como niños a una piruleta, cerrando los ojos a la realidad y tarareando en voz alta cualquier cancioncilla pegadiza a ver si así conseguimos hacer callar a esos gritos que el viento arrastra. Gritos que tratan de hacernos entender que tenemos que aceptar el cambio, aunque no nos guste. No hago nada que no me hayan hecho antes a mí. Simplemente la próxima vez no estaré, a lo mejor así comienzan a espabilar. Y hoy, a las 18:15 del sábado por la tarde, mi teléfono sigue sin sonar.

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