domingo


En mi país de las maravillas sólo sale el sol cuándo me canso de la lluvia, aunque no sucede muy a menudo.Para entrar sólo necesitas prometer que jamás me fallarás y, que si lo haces, harás lo que sea por arreglarlo. Las penas desaparecen con chupitos de risas a ritmo de rock y yo creo que es un lugar donde se vive mejor, pero claro, yo que voy a decir si es mi país. Aquí con sólo pedirlo tendrás todo lo que quieras, pero cuidado, asegúrate de querer todo lo que tienes, porque en este país no existen las devoluciones. Puedes llorar, gritar, reír, saltar, cantar...pero sobre todo tienes que amar. Amar un color, una canción, un momento, una flor...Nadie te juzgará así que deja tu sonrisa el viento y sal a la pista ojos canela, como si nadie te viera. No hay sombrereros locos, ni perseguirás conejitos blanquecinos, ni si quiera tendrás que pelear contra una vieja reina, aquí todo es más fácil. Al final de cada arco iris encontrarás un deseo realizado, aunque tendrás que recorrer el camino con el corazón, pues en este mundo las distancias son relativas. Aquí las estrellas fugaces se paran a hablar con los viajeros, y ofrecen sus consejos a quien las quiera escuchar pues aquí son ellas las que ruegan atención. Todo está al revés en mi mundo de la maravillas. Arriba es abajo y entre el blanco y el negro existe una gran variedad de escalas de grises. Pararás el tiempo en el momento que tú decidas, aunque tendrás que decidir si vale la pena perderte lo que vendrá después. Cómo puedes ver aquí no priman las reglas, sino el sentido común. Pero ahora, ven, es hora de que veas con tus ojos mi País de las Maravillas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario