domingo

Entre hielo y cristal


Había una vez una princesa que vivía en un palacio de hielo y cristal.Era el palacio más hermoso de cuantos han existido solo rivalizado, segun contaban en pueblos cercanos, por la belleza de su moradora.No muchas personas la habían visto alguna vez, ya que nunca salía de palacio.Las malas lenguas contaban que su corazón era tan frío como el hielo y el cristal que la rodeaban y que por eso nunca salia de su castillo.Otras, más benevolentes y acertadas, hablaban de un misterioso sortilegio que impedía que la princesa saliera del castillo.En todos los pueblos de los alrededores se creía que un día llegaría un apuesto príncipe y rescataría a la dulce princesa para luego hacerla su esposa y viajar a un lejano reino en el que el palacio de hielo y cristal no fuera más que una cruel pesadilla.Pero lo que nadie sabía es que tal hechizo había sido lanzado por la propia princesa que, cansada de lidiar con el mundo y sus problemas se encerró a sí misma para escapar.Nadie sabía que el príncipe ya había llegado y que se había marchado, incapaz de comprender que la princesa no quería un reino de delicias, sino uno de aventura y acción.El corazón se le partió al comprender que el principe no era más que un sapo, buscando una charca en la que vivir y la princesa se cansó de esperar.Pero no se aisló completamente,al contrario embrujó un espejo,que pudiera cruzar siempre que quisiera y que la llevara a lugares lejanos donde correr mil aventuras con solo pedirlo.Pero algo le faltaba, no un príncipe, ya había tenido uno y no le había funcionado, ahora quería a alguien que simplemente quisiera estar con ella, sin que importara el cuando o el donde, el como o el por que...alguien al que simplemente le importara con quien.

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