martes

Es curioso como las personas entran en tu vida. Un día te dicen que te van a presentar a alguien, y piensas, ni de coña me va a caer bien.Qué irónico que esta persona haya llegado a significar tanto en mi vida. Puede que no la conozca desde hace 8 años, por decir una cifra, pero en estos dos años ha llegado a significar tanto que aun estando a 2.236 km de distancia sé que con solo descolgar el teléfono ella estará ahí.Tiene esa fachada de fuerza y determinación que tanto me fascina en las personas, aunque solo es eso, pura fachada. Cuando la conoces te das cuenta de lo mucho que le afectan las cosas, las palabras. Ella, de sonrisa fácil y abrazo pronto.Ella, que un momento se mete contigo y al siguiente te suelta un te quiero sin palabras parece no darse cuenta de lo mucho que vale y de todas los caminos que su carácter le abre.Podría describirla con todos los adjetivos del mundo, mimosa, cabezota, inteligente, risueña, extrovertida, distraída, incluso en ocasiones algo gafe y dispuesta a ayudar a cualquiera, aunque no sepa si esa persona vale la pena o no.Si, puede que no la conozca de toda la vida, pero dos años son más que suficientes para darse cuenta de todo lo que tiene que ofrecer.Seguramente se me olvidan mil y unas cosas por decir, pero todas ellas se pueden resumir en un te quiero y en un no te preocupes que todo va a ir bien.

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