miércoles


Sigue tu camino, mirar atrás no es una opción. Vive, échame en cara lo que quieras que por fin llegue al punto de no retorno. Veo en tus acciones mis propios miedos reflejados, y sinceramente ya no hay sitio ni siquiera para la pena. Una canción que repite los finales y un piano que no se puede tensar más. Poco queda ya de aquel azul que un día inundó nuestro cielo, ese que ya no es tuyo, pero que seguirá siendo mío aunque sean otras personas las que lo compartan. Y me pregunto que te quedará cuando caigan las vendas y veas que con el velo la realidad se distorsiona, se malforma. Cuando te des cuenta de que las verdades no son universales y que lo que vale para ti a lo mejor a mi me mata por dentro. Mírame, puede que no haya nadie más imperfecto que yo, pero ahora soy feliz, aunque ya tú no quieras estar aquí para verlo.

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