jueves


Echo en falta algo y no sé el que. Cada mañana me despierto con la sensación de que debería estar en otro lugar, en otra piel. Hago las cosas como un autómata, con la mente en otro sitio al que mi consciente no puede llegar por mucho que lo intente. No sé si será el calor del verano, el sonido de los grillos o las luciérnagas que ni en invierno me abandonan, pero tengo la sensación de que algo grande espera a que me decida a saltar. El problema es que no sé hacia donde ir. Muchas veces me pregunto si el resto del mundo tiene la misma sensación de pérdida con la que me acuesto cada noche, como si todo girara en torno a algo que no esta, o que no llega. De lo único de lo que estoy segura, es que el borde se acerca cada vez más, y aun no sé si estoy preparada para volar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario